miércoles, 30 de enero de 2013

Visiones sobre la concentración de medios informativos

La concentración ha sido inevitable, debido al aumento constante de los costes de producción y de la cuota de mercado por consiguiente, para poder hacer frente a unos adversarios cada vez más competitivos, por lo que al no haber un control estricto y bien organizado para que la concentración no llegara a un punto tan álgido, la única solución para sobrevivir en este mercado es la expansión para conseguir una situación lo más óptima posible y la mejor fórmula para conseguirlo es la concentración. De hecho, si miramos atrás en el mundo de los medios de comunicación, los medios creados en base a una vocación política, cultural, etc y sobre todo con intereses informativos, ha ido desapareciendo para dar paso a otros medios cuyos intereses son cada vez más comerciales, en un sector con muchas posibilidades de expansión, como es el de los medios de comunicación.

Otro factor que ha influido considerablemente en la concentración es la revolución digital, ya que ésta ha eliminado las grandes diferencias que existían entre los distintos medios de comunicación, por lo que la competencia se ha hecho más dura al poder ofrecer con más facilidad contenidos muy similares, por lo que ha favorecido el incremento de los procesos de concentración horizontal informativos en los medios de comunicación, reduciendo con ello notablemente la pluralidad de contenidos. Por ejemplo, existía una gran diferencia entre los programas radiofónicos y los televisivos al poder ofrecer estos últimos imágenes. Ahora con la revolución digital, los programas de radio ofrecen con frecuencia en sus páginas web cantidades ingentes de contenidos audiovisuales, por lo que la diferencia entre ambos soportes ya no está tan delimitada.

La principal idea de la concentración en los medios de comunicación es orientarlo hacia el monopolio, lo cual considero positivo ya que constituiría innovaciones en el mercado mediático que en la práctica no se llevan a cabo, sino que en la realidad constituyen un oligopolio en el que unos pocos grupos de comunicación detentan la mayoría de la oferta del sector, por lo que da sentido al enunciado de esta práctica, ya que a consecuencia de este oligopolio, el público se ve sometido a una información que carece de pluralidad y en la que sólo se tiene en consideración la opinión de unos pocos. En definitiva se consigue una difusión excluyente y generalizada.

En definitiva, el mayor problema de la concentración en los medios, reside en la fuerte influencia social que generan desde su posición de dominio, alterando con esta falta de pluralidad los valores socioculturales y políticos entre otros. Esta distribución limitada del poder altera el contraste de ideas y la libertad de expresión, ya que cada vez hay menos medios independientes y menos posibilidad de crearlos por el gran poder que ejercen los grandes grupos mediáticos que hacen imposible entrar a competir en este mercado. Por lo que las agendas de los medios y las opiniones son elaboradas por unos pocos, sin ninguna posibilidad de que sean debatidos, por lo que los medios que se encuentran fuera de este oligopolio acaban siendo excluidos.

Sería necesario, por tanto, la creación de políticas concretas que intervengan en estos escenarios, ya que a los problemas mencionados anteriormente se suman otros como que la concentración reduce por consiguiente las fuentes de información y por tanto, ésta es muy similar en todos los medios, por lo que cada vez se dificulta más el poder contrastar dicha información lo cual desemboca en una mala comunicación, ya que la información contrastada y verificada, así como la interacción de las diferentes opiniones e ideas, son unos de los principios fundamentales con los que cualquier medio de comunicación debería contar.

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